El poema hermético
Creí que llegaría un mensajero:
un Hermes taciturno y aburrido
de tantas diligencias misteriosas.
Creí que con mirarle alcanzaría
el don de conocer todos los nombres.
Aún estoy aquí, durmiendo al raso.
Y en las noches heladas, un aliento
remoto y melancólico me abriga
con la breve sentencia de sus plumas.
Hay más encrucijadas
que caminos.
Calle del Circo, 41001 Sevilla, España
Hermosos versos, estos que usted nos lega. Veo que en su aventura de crooner wagneriano (esto último, dicho desde la admiración y el talante), no ha dejado de fatigar las laberínticas selvas de la posibilidad poética. En mi segunda noche de insomnio y medicamentos, desatada por una reacción alérgica de virulencia impredecible (qué majos los ácaros), me he puesto a navegar sin rumbo fijo por internet -sin monomanías ni brújula-, hasta llegar a esta hospitalaria web suya. Pasemos a la exégesis del poema, que es lo que a un convaleciente servidor da solaz y divierte. Si el señor Gautama y Sánchez Dragó estaban en lo cierto, la rueda de las reencarnaciones le ha traído, querido Nacho, desde el Japón Heian hasta Oviedo; como muestra, valgan estos versos:
«Es triste como el canto de los pájaros
que, al amanecer,
se desnudan de la escarcha
que cubre sus alas».
Eso me ha transmitido el poema, una sensación de hermosa tristeza. Siga usted perseverando en esta aventura, insensata y antigua, de debelar las encrucijadas. Gracias y hasta la próxima. Un abrazo, amigo.
Gracias a usted, Don Javier, por sus amables, y sin duda exageradas, palabras. Tenemos pendiente una cerveza para hablar de haikus y reencarnaciones.
Cuidadito con los ácaros.
Abrazos.
(hum… pincho al azar… y me gusta lo que veo. gran tarea la que se esconde en esta cosa de mancharse con el lenguaje. además, ejke tié usted aquí señalao a mi tom waits (suprimido el vídeo y todo). un señor que me acompaña como saben acompañar los gatos en las casas.)
(un saludo, en un paseo corto por el histórico)
ana.
Restituido Tom. No me había percatado de la infractora caducidad del video.
En tu honor, Ana.
Un saludo,
N.
– aquí le dejo una reverencia, en modo comment –
thanx.
ana.