La PoéTICa del Absurdo

Cuando un plan es fruto de ambiciones electoralistas, y no de una pausada reflexión, estallan tarde o temprano las delicadas flores del absurdo. Así, el Plan Escuela 2.0.

Lo contaré sucinto:

En mi instituto, dos personas fueron elegidas para acudir a la presentación institucional del Plan y recoger los primeros portátiles. Uno fue el coordinador TIC, profesor de Dibujo, y el otro un servidor, profesor de Música. La elección era sencilla: los dos somos de los pocos profesores en el centro con conocimientos específicos de informática aplicada, nos gusta el cacharraje tecnológico y administramos sendos blogs de contenido didáctico.

Ya conté en otra entrada lo propagandístico e inane del evento en cuestión, así como traté de demostrar que los contenidos de la famosa «mochila» eran una mera excusa para colarnos ración doble de filopsoefía LOGSE. Todo lo que sacamos en turbio fue que unos técnicos vendrían a instalarnos las pizarras digitales en el plazo más breve posible. Un mes después, en efecto, un par de currantes se personaron en el instituto y comenzaron por instalar las terminales informáticas en las mesas del profesor. De un modo tal, por cierto, que la pantalla apenas permite ver las caras de nuestros alumnos. A todo esto, en una visita que durante el curso anterior nos hicieron los responsables de nuestro CEP de referencia, se nos había asegurado que habría pizarras en todas las aulas, incluidas las específicas: Tecnología, Música, Dibujo.

Pasaron los días y por mi aula no se dejaba caer ningún operario. Hasta que, en el último claustro, pregunté. Ya sabía la respuesta, pero no por ello la indignación fue menor:

– ¿Se sabe si van a instalar pizarras en las aulas específicas?

– No. El Plan no contempla recursos de ese tipo paras las aulas específicas.

Es decir: las dos personas que representaron al centro en la inauguración oficial del Plan; las dos personas más acostumbradas a trabajar con nuevas tecnologías; las dos personas que elaboran sus propios apuntes interactivos y emplean en su quehacer diario los programas más sofisticados; esas dos personas son las únicas de todo el instituto que jamás olerán el seductor perfume de los portentos digitales. Por imperativo legal.

Entretanto, es posible que en algún aula de Primero de ESO impartan clase maestros veteranos que no tienen gana ni necesidad alguna de emplear semejantes artilugios. Ellos, benditos sean, seguirán utilizando las herramientas TIZ(a), mientras el monstruo de silicio duerme el sueño de los justos.

Tales son las consecuencias de la Planificación Central, Sovietizante, Cateta y PatéTICa de nuestros amos: productividad Cero, recursos inútiles, dinero público arrojado alegremente por la borda del Transatlántico Imparable que es nuestra Comunidad andaluza.

Y luego vendrá algún Inspector a preguntarme por qué no cumplo con el artículo 9n del nuevo ROC, ese que contempla como un deber del docente «emplear de modo habitual las nuevas tecnologías en el aula». Vendrá a reconvenirme porque mis alumnos no estén tecleando, enfebrecidos, en sus ultraportátiles subvencionados.

Por suerte, a día de hoy, 28 de octubre, también sé, con exactitud germana, cuál será mi respuesta:

El profesor necesitó nueve años – sus nueve años de ejercicio, minuto a minuto – para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder:

Váyase usted a la mierda.

P.S.: Yo soy el Individuo cumple hoy un año de existencia. Gracias a todos quienes se pasan por aquí y dedican unos minutos  a la lectura de esta proliferante gavilla de absurdos.

¿Qué hay en la mochila?

Como saben, la Junta de Andalucía está desarrollando su plan Escuela 2.0, cuyo principal mérito, hasta ahora, es la distribución gratuita de ultraportátiles entre los alumnos de Primaria y Secundaria. Cada ordenador lleva incorporado un banco de recursos didácticos denominado «mochila digital«. Para ser precisos, no es sólo un banco de recursos, sino también un despliegue propagandístico y una demostración palmaria de incompetencia lingüística.

El primer enlace es una presentación institucional del proyecto. Abrimos boca con un video de presentación: clases asépticas de tan impolutas, alumnos que levitan a dos palmos del suelo, paz y música new age. Todo convencionalmente hermoso y beatífico, como mandan los cánones publicitarios. Una frase para la reflexión:

«Ya no se trata exclusivamente de saber. El alumnado ha de saber, pero desde la perspectiva de obtener, interpretar información y transformarla en conocimiento significativo.»

De lo que se deduce que antes de que la Unta se metiera en faena, el saber no se obtenía, no se interpretaba y carecía de cualquier significado.

Un enlace nos lleva a un archivo PDF en el que se explica el, así llamado, «compromiso digital» de las familias. Recomendaciones, normas de uso y una entrañable advertencia:

«El papel de las familias es evitar que se conviertan en huérfanos digitales

Los alumnos y alumnas, se entiende. Porque, en cada documento de esta mochila, el «lenguaje de género» se convierte en una apisonadora capaz de acabar con la competencia lingüística: hijos e hijas, padres y madres, alumnos y alumnas, profesores y profesoras. Cien mil proyectos TIC no suplen la idiocia de estos redactores coeducativos.

Otro punto queda reservado a las Justificaciones Didácticas del Plan. Quizá en el futuro, si la salud lo permite, podamos comentar cada uno de los textos que se aportan como garantes de su excelencia. Por el momento, extracto un párrafo muy significativo de cómo el Plan no consiste sólo en una simple dotación de recursos, sino en la instilación de las mismas pamemas pedagógicas que subyacen en el modelo LOGSE:

«Como apunta Harasim (2000), a diferencia de la actividad tradicional donde el docente dirige la instrucción, da pie a las intervenciones y marca el ritmo de la clase, este nuevo estilo de aprendizaje está centrado en el alumnado y requiere un papel diferente del profesorado, más cercano al ayudante que al encargado de impartir lecciones.

Los profesores y profesoras, de esta forma, pasan de ser unos expertos en contenidos a unos facilitadores del aprendizaje, lo cual les va a suponer realizar diferentes tareas, como son: diseñar experiencias de aprendizaje para los estudiantes, ofrecer una estructura inicial para que éstos comiencen a interaccionar o animarles hacia el autoestudio.»

(http://www.juntadeandalucia.es/averroes/mochiladigital/didactica/tic_agentes_innovacion_educativa.pdf)

Que el maestro ya no deba ser un experto en su materia es algo, para mí, incomprensible. Llevado al extremo, este planteamiento pedagógico supone el fin de la escuela. ¿Qué sentido tiene contratar a quien sabe poco más que sus alumnos? Una vez «ofrecida la estructura inicial» cabe esperar que el profesor desaparezca en silencio, de modo que las «interacciones» con la máquina no queden desvirtuadas por el incómodo componente humano. Así, los colegios e institutos deberían ser demolidos, y los maestros apartados de sus funciones. Toda la inversión necesaria se reduciría a proporcionar ordenadores y conexión internáutica a las familias. Fin del mundo del fin.

Que quede muy claro. Este Plan no es sólo una dotación de recursos informáticos a los centros. En sí mismo, esto sería una consecuencia (tecno)lógica de los tiempos que corren. En el fondo subyace la misma filosofía pedagógica que nos aboca a la quiebra del sistema de enseñanza: trivialización de los contenidos, rechazo del experto, objetivos mínimos. Tan es así que los recursos educativos de la mochila se agrupan en ámbitos, con el propósito, dicen, de acabar con el «aislamiento tradicional de las asignaturas». Esto, que suena hasta bonito, es una decidida apuesta por la ignorancia, perpetrada por quienes son tan demagogos e ignorantes como para asesinar en cada párrafo la Lengua Española. Cuanto mayor es la complejidad de una materia (y todas alcanzan un considerable grado de compejidad en la etapa secundaria) más necesaria es la figura del especialista y menos recomendable la fusión arbitraria de los distintos campos del conocimiento. Lo fragmentario no es profundizar en las disciplinas con el rigor que merecen, sino dar un mero barniz de cada una de ellas so pretexto de «visiones panorámicas e integradoras.»

Todo lo demás es  Reader´s Digest.

TIC 2.O: Notas de un inmigrante digital

La presentación institucional de un proyecto educativo es, por definición, un acto de propaganda política. Cuando tal cosa ocurre en la taifa andaluza, apenas queda resquicio para otra cosa que no sea la vergüenza ajena.

Esta mañana se presentaba en el Complejo Educativo Blanco White el Plan Escuela TIC 2.0. Paréntesis: pese a lo rimbombante del nombre, aquello no es el MIT. Hay polígonos industriales más atractivos que esa explanada sucia, gris y decadente.

Nos convocaron a dos profesores por Instituto. El pretexto era entregarnos sendos portátiles como adelanto de las dotaciones informáticas que llegarán a los centros. La verdadera razón: reunir un público para la foto.

La Junta de Nadalucía ha decidido que la «brecha digital» se soluciona regalando portátiles a todos los niños, desde Primaria hasta Bachillerato.  Para ser exactos: la Junta los regala, y el contribuyente apoquina. La filosofía de fondo es que tal inversión resolverá el fracaso escolar, la convivencia en las aulas y lo que sea menester, señor hidalgo.

Para anunciar tal cosa, es preciso contar con un buen Salón de Actos, instalar dos pantallacas  de  plasma, colocar centros florales y atriles verdejunteros, mesas con faldones púrpura y triángulitos de plástico que acrediten cuán Delegado o cuán Directora General soy, because I´m worth it.

El Delegado, Jaime Mougán, sostuvo que la avalancha informática «obliga a que los profesores cambien los procesos educativos».  Bueno, para ser fieles a su testimonio, el Delegado no se refirió tanto a los profesores como a «los profesores y profesoras.» Se ve que, por más que algún día llegue a ser Digidelegado 5.0, o 5.1 Dolby Surround, aún le queda un largo trecho para hablar en español de España.

A continuación, la Directora General del Plan Escuela TIC 2.0, Aurelia Calzada, nos confiesa la emoción que siente «al ver tantos profesionales juntos». Como si la gente hubiese hecho cola para escuchar sus homilías, una cosa fantástica,  oye. Tan contenta está que nos hace la pelota sin recato: «núcleo fundamental», «agentes del conocimiento». Vaya, vaya… Cuánto honor.

Por supuesto, Calzada también perora coeducativa y requetesimpática, con ese savoir faire socialista que está entre el diablo nos viste Prada y el topalpueblo de oferta en Mercadona. Nos invita a que perdamos el miedo y superemos nuestra condición de «inmigrantes digitales». Se trata, dice, de «evitar el vértigo». Los «nativos digitales» son, claro está, nuestros alumnos: todos ellos. Aunque no más se hayan abierto una cuenta en el Tuenti.

Sigue la coba: «Una administración que no apoya a sus profesores está condenada al fracaso». En este punto, pienso que Calzada lee las entrañas de las bestias y descifra el vuelo de las aves: ha visto el futuro.

Pero lo mejón viene ahora:

«Ustedes, profesores y profesoras, son la diana del proyecto».

Voy a ahorrarles digresiones sobre el subconsciente, Freud, Jung y el complejo de Elektra. Ahora bien, queridos compañeros: procuren no ponerse a tiro.

El discurso de Doña Aurelia prosigue, tedioso, popopolítico, pipizpireto. Qué rollo, profe. Me aburro. Quiero salir al patio.

Pero no hay patio, sino taza y media:

«Éste es un proyecto basado en la equidad».

«La pizarra digital es una ventana abierta al mundo, la globalización educativa, lo que Gutenberg fue para el libro».

«Es mejor dar la cara, aunque te la partan».

«La gratuidad (de libros de texto) es un mandato estatutario andaluz».

«No peligra la gratuidad, pero abordamos con rigor el gasto».

Sí, ya sé… Me dirán: extraña concatenación de ideas. Pero yo sólo transcribo: papel y boli, TIC 1.0, estoy completamente out, demodé, kaputt. Quizá es que Doña Aurelia no fue tanto a hablarnos de Linux como a colocarnos un mitin.

Tras la arenga, videamos un video propagantástico, con diapositivas de muchos niños y niñas al lado de políticos y políticas, sonrientes, felices y felisas, limpios y limpias, puros y puras, jijisosos y jijisosas… La música de fondo es una vocalización dadaísta que está entre lo peor de El Consorcio y lo más ñoño de Jeannette.

¿Qué sigue? Tres ponentes, como en una fábula…. Y soplaré, y soplaré, y soplaré….

De hastío.

Todos hablan para decir exactamente lo mismo que pone en su Power Point… Resulta un poco ridículo ese querer justificar los tics  a cada instante, aun cuando el fondo a las palabras de uno no consista sino en una imagen Times New Roman o Courier New de esas mismas palabras.

Se nos explican los módulos de formación, las competencias, los contenidos de la «mochila digital» (así llaman a un lápiz USB de 8 Gigas repleto de propaganda y materiales inconexos).

Después de dos horas, me zumban los oídos de tanto os/as, tanta competencia y tanto tuteo. Nota: ¿Alguien le puede decir a los políticos, chachipedagogos, liberados sindicales y demás eximios que aún no hemos sido debidamente presentados?

Suceden más cosas, todas tan intrascendentes como esta entrada. El Delegado, la Directora General, los Formadores…

Todos creen que hoy ha cambiado el curso de la Historia.

Por la tarde, iré a nadar.

ZEMOS MODELNOS

Zemos98

El enlace de aquí arriba lo adjuntaba ayer mi colega Antonio Sánchez en la página Deseducativos. He de decir que, en lo que se refiere a asuntos docentes, hacía tiempo no leía una ristra de disparates parecida. ZEMOS es un «colectivo de creación y producción cultural compuesto por un equipo de comunicólogos y tecnólogos de la imagen y el sonido», según se definen en su página de MySpace. Y bien qué está. Muy cool y muy modelno. Como todo artista que se precie, ZEMOS está subvencionado por el Ayuntamiento de Sevilla, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura.

Rabiosa independencia.

Uno, que ha ido a conciertos organizados por ZEMOS (DJ Spooky, Coldcut) y que participa del entusiasmo por el mundo digital, se pregunta qué necesidad había de hacer el ridículo organizando un simposio sobre la Educación (Expandida, que le dicen). Aquí lo único que se expande es la abismal ignorancia de quien escribe los artículos al respecto. Para el tal Pedro Jiménez que firma «La endogamia del sistema educativo», la frase «Me cago en todas las Academias» es un aforismo. Pues mal que le ha ido a esta difícil suerte literaria si éste es el grado de concisión intelectual al que se aspira. Allá van sus «reflexiones» sobre la Enseñanza:

«Acceder a ser «docente» (con NRP, con nómina, con sueldo…) es un proceso complejo. ¿Tiene sentido que todos los contenidos sean impartidos por gente que en la vida, va a «dominar» todos los conocimientos que se supone que tiene un temario de oposiciones?»

Pregunta, no sólo misteriosa, sino críptica. Veamos. Los temarios de oposiciones son un compendio de un saber específico. Nadie, en la historia de la Enseñanza, ha pretendido que el profesor de Música, por poner un ejemplo, sea un consumado especialista en todos y cada uno de los campos de su disciplina. Es casi imposible que sea un erudito del jazz, el dodecafonismo, el folclore balcánico y la programación de software al mismo tiempo. El oficio de profesor es distinto al de los intelectuales en el sentido de que aquél debe transmitir de una forma condensada las representaciones del mundo que éstos han ido forjando a través de los siglos. El docente no puede dominar todos los campos del saber porque, sencillamente, nadie puede.

«Ahora que las aulas van a tener Internet y que lo importante no es poseer el conocimiento de manera autoritaria ¿vamos a seguir educando entre cuatro paredes? ¿no habría que exigir que «conocimiento del medio» fuera en el propio medio? ¿no habría que exigir que «vida moral y reflexión ética» sea una asignatura de la calle?»

Pese a la declarada incapacidad de los profesores para dominar su materia, resulta que éstos «poseen el conocimiento de forma autoritaria». De nuevo, la vieja confusión entre autoridad y autoritarismo. Y, con todo, el conocimiento lo posee Internet (¿en qué quedamos?) razón por la cual los muros deben ser derribados y la instrucción ha de salir a la calle. Esto no guarda lógica: si el saber todo está contenido en la Red, lo prudente y juicioso sería no salir de casa ni para comprar el pan. Por lo demás, me gustaría ver cómo explicaría el sr. Jiménez la formación de glaciares, la actividad volcánica y los fenómenos sísmicos «en el mismo medio». Y sabido es que en la calle le pueden dar a uno sopas con honda en lo que toca a la Ética Nicomaquea y la Teoría de los sentimientos morales…

«Una «comunidad educativa» radica en un contexto, ¿qué relación tiene el centro educativo que estoy viendo ahora mismo a través de mi ventana con los vecinos y vecinas que vivimos cerca? Ninguna.»

Otro lugar común de la progresía: la absorción de la Escuela por la Sociedad. Aquélla debe plegarse a los dictados de ésta y no ofrecer sino lo que la Sociedad demanda. El Individuo queda, así, anulado por una abstracción que le impide ir más allá de las limitaciones impuestas por el «contexto«. La Escuela se creó para hacer a los niños partícipes de una cultura que se ha ido labrando con la imaginación, el talento y el esfuerzo de muchos individuos particulares. No para que esa herencia sea esclava del colectivo o, peor aún, de las modas sociológicas al uso.

Hay muchas más perlas, pero les dejo que las descubran por sí mismos. Dense un paseíto virtual por ZEMOS y disfruten con la alicatada prosa de Pedro Jiménez & Co.

Windows über alles

Jueves, 29 de octubre de 2009. Diario El Mundo.

La Consejera de Educación resaltó el carácter igualitario de los centros TIC 2.0 y explicó que «no todas las familias cuentan con un equipo informático en casa, por lo que esta entrega de ordenadores permitirá que todos los alumnos de 5º y 6º puedan relacionarse con uno».

El afán igualador de las administraciones públicas no conoce límites. Una concepción errónea de lo que significa la Enseñanza empuja a nuestros a próceres a modificar mil y una veces el lecho de Procusto hasta conseguir unas dimensiones universales a las que se ajuste, aún a riesgo de fracturas y mutilaciones, cualquier hijo de vecino.

Varios son los dorados becerros ante los que se postran «expertos» y políticos con excusa piadosa de igualdad: banalización de asignaturas «difíciles», supresión de exámenes, preeminencia de los «valores», variables socioculturales (véase el post «Adaptación al medio«) y un largo etcétera diseminado en un sinfín de normativas que pretenden parchear lo que ya son enormes boquetes en el casco de la nave educativa .

Ahora es el momento de la «pasión portátil». Fíjense que, entre otras cosas, los centros a los que se suministra el maná de silicio «portan» un «carácter igualitario». Así de sencillo. Así de fácil. Tanto especular con las teorías pedagógicas de Dewey, Vigotsky o Freire, y resulta que el mayor promotor de la igualación humana era Bill Gates. Como es sabido, disponer de un equipo informático en casa incrementa la capacidad de juicio de forma exponencial. A la vista está que, desde que es así, en los bares ya no se escancia sidra, sino que se escanden alejandrinos. Y que, en la pescadería, el cliente, siguiendo a Heisenberg, aplica el Principio de Incertidumbre a la frescura de los salmonetes. Hermoso.

De lo que se infiere que los centros sin oráculos portátiles no son igualitarios. Los infortunados alumnos que sólo disponen de padres responsables y un incipiente afán de conocimiento están en franca desventaja frente al patán maleducado que ha pedido a Melchor, Gaspar y Media Markt un laptop con Blue-Ray y tarjeta gráfica GeForce. El pobre se encuentra a merced de lo que buenamente den de sí los modestísimos cerebros humanos encargados de su instrucción. Me pregunto si yo, como alumno desinformatizado que fui, podré reclamar daños y perjuicios al Estado por la escandalosa discriminación de que fui objeto.

Quien esto escribe es un apasionado de las nuevas tecnologías. Por eso mismo, sabe que constituyen un soporte sobre el que desarrollar, en la medida de lo posible, su escasa inteligencia. Una herramienta magnífica que no cambia nada si uno no ha sido previamente entrenado en la disciplina,  la reflexión y el esfuerzo. ¿De qué modo se van a «relacionar» los muchachos con el eminentísimo Maestro Intel Core, si cada vez es más evidente la incapacidad generalizada para comprender una frase en español culto?

Tal vez la Consejera tenga la respuesta: Windows. marmoWindows über alles.