Una trampa para pájaros (letras)

LA TIERRA QUEMADA

Ya dejamos atrás el invierno
y esta noche el pájaro canta
en el país de la tierra quemada.

Si mañana perdieras tu casa
– le decía una madre a su hijo –
aún te queda el amor, el amor, el amor.

Hace falta una hoguera.

Y que el humo te sirva de guía.
Y que el humo te sirva de aliento
en el país de la tierra quemada.

Lo que pasa de padres a hijos,
eso no te lo enseña la escuela.
Es algo más que el amor, el amor, el amor.

Hace falta una hoguera.

«Un hombre pequeño
provoca una guerra,
un disparo que nadie escucha.
Una guerra que creará
otra civilización,
otra civilización.»

Esta noche habrá toque de queda,
y se oirá el crepitar de las llamas
en el país de la tierra quemada.

Me cansé de rezar a una imagen
y ahora voy a empezar una guerra.
¿Quién necesita el amor, el amor, el amor?

Hace falta una hoguera.

Y que el humo te sirva de guía.
Y que el humo te sirva de aliento
en el país de la tierra quemada.

Ya dejamos atrás el invierno,
y ahora voy a empezar una guerra.
Baila conmigo en la tierra quemada.

Hace falta una hoguera.

«Distintos asesinos y las mismas razones
para matar.
Otras ciudades de paja
en mitad del desierto,
niños creyendo mentiras regaladas,
esclavos con horizontes
pintados en sus muros.

Un día se acabará la pólvora y nos envenenará
la lluvia.»

Bailas muy bien.
¿Quieres bailar conmigo?

Letra de «La tierra quemada»: Nacho Camino/Óscar Aguado

KALENDA MAYA

Ve a ver si la fruta se da…
Si está madura…
Este campo promete la vida
y la sepultura.
Ve a ver si la fruta se da…
Si está madura…
Que a mí me da miedo mirar,
y me da pavura.

Día de kalenda maya.
Día de kalenda maya.

¿Qué raíces podemos echar
en estos eriales,
si la tierra nos es tan ajena
como los animales?

¿De qué vamos a untar la cucaña,
cuando sea por mayo?
De mi sangre, por la que resbala
el sudor de tus manos.

Día de kalenda maya.
Día de kalenda maya.

Hay un charco de lluvia en mis ojos,
haciéndose barro,
donde luchan los mozos del pueblo
moliéndose a palos.

Hay un charco de sangre en mis ojos,
haciéndose vino,
que se han de beber las mujeres
que tanto he querido.

Día de kalenda maya.
Día de kalenda maya.

UNA TRAMPA PARA PÁJAROS

Ponte el mejor abrigo,
que al fin hay hielo.
Vamos a patinar hoy al lago.
Escribiré tu nombre
con mis cuchillas,
antes que el sol empiece su estrago.
Mira si son felices,
mira si ríen,
con tanta agua como hay debajo.
Dime que tú lo has visto,
dime que aún vuela
el pájaro hacia la primavera.

La vida es trampa para pájaros.
La vida es una trampa para pájaros.
La vida es trampa para pájaros.
La vida es…

Una pequeña caja de madera, lo bastante grande para rodear al pájaro sin lastimarlo, pero lo bastante pequeña para que sea fácil de llevar, se apoya en una varilla con cebo. Cuando el ave entra en la trampa para comer el cebo, se tira de la varilla, la caja se cae y…

Enséñame otro juego
que no conozca.
Este ya empieza a ser aburrido.
Enséñame otro juego
que no conozca,
para que no me muera de frío.
Tu madre nos vigila
tras las ventana,
tu padre tiene el genio muy vivo.

La vida es trampa para pájaros.
La vida es una trampa para pájaros.
La vida es trampa para pájaros.
La vida es…

Una pequeña caja de madera, lo bastante grande para rodear al pájaro sin lastimarlo, pero lo bastante pequeña para que sea fácil de llevar, se apoya en una varilla con cebo. Cuando el ave entra en la trampa para comer el cebo, se tira de la varilla, la caja se cae y…

Hoy, al cruzar el puente,
nos escoltaba
un pájaro de mal agüero.

Pájaro de mal agüero.
Pájaro de mal agüero.
Pájaro de mal agüero.

DIOS ESTUVO AQUÍ

Si, después de todo, descubres que el cielo no es más
que una casa en ruinas,
donde alguien un día escribió en la pared
del salón:
«Dios estuvo aquí».
Si resulta que el cielo no es más que una casa vacía,
no temas, mi vida:
tú aún vives en mí.

Si al llegar te recibe un silencio de piedra, tal vez
te sientas perdida.
Y en la noche más larga quizá no comprendas
por qué
no hay luz ahí arriba.
Sólo quédate quieta y oirás un rumor que te alcanza.
Desde la frontera
que te separa de mí.

Si esta noche los ángeles no te cantan una canción
de esas que no mueren…
Si esta noche los ángeles no te cantan una canción
de esas que no mueren…

Cantaré en lo profundo del bosque y en la encrucijada.
Allá donde vaya, tú
aún vives en mí.
Sólo quédate quieta y oirás el rumor que te alcanza.
Desde la frontera
que te separa
de mí.

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